SÍ, SOY DEL BRIVIESCA

La cuarentena ha dado para mucho y para muestra el escrito que hemos recibido por correo electronico. De autor "Anónimo" pero conocido. Una aportación mas al club que tanto le quiere y por el que el se deja la piel.  Reproducimos el escrito integro, seguro que os gustara. 

 

SÍ, SOY DEL BRIVIESCA

Si un amigo foráneo viene invitado a Briviesca, y quisiéramos presumir de nuestro pueblo con él, encontraríamos mil y una maneras de llevar a cabo nuestro cometido. Seguramente, le pondríamos al corriente, de que se trata de un pequeño pueblo, capital de la Bureba de alrededor de 6.500 habitantes cuyo nombre es asociado irremediablemente en Castilla al refrán “el que no caza pesca”.

Probablemente, y sobre todo si dicho foráneo es un amante de la gastronomía, le informaríamos también de la calidad de nuestras almendras garrapiñadas o nuestras cuajadas. Probablemente, llenaría su maleta con estos manjares cuando regresase. Por último, y dejando por un día de lado su infinita historia y patrimonio artístico, le invitaríamos orgullosos a pasar aquí las fiestas. Sería casi obligatorio que se hiciera un hueco en la plaza mayor cualquier 16 de agosto. Sólo entremezclándose con gente venida de todas partes para cantar el himno, podría ser consciente de lo que supone Briviesca para cualquiera que tenga la suerte de conocerlo.

No obstante, si nuestro querido amigo viajero disfrutase con el deporte, tendríamos además otro motivo más para presumir. Otro factor más que añadir a la innumerable lista de razones por las que los briviescanos nos sentimos orgullosos. Su equipo de fútbol. El equipo del pueblo. El C.F. Briviesca. Nos veríamos casi obligados a llevar a nuestro amigo a que disfrutase de un vibrante partido en el Municipal Diego Dávila Álvarez (“DDA Arena”) acompañado por la incansable afición rojilla.

Porque da igual si nuestro amigo viene de Jeréz o de Hospitalet de Llobregat. Sabrá seguro valorar este, nuestro humilde equipo, formado a base de gente de la casa. Equipo impregnado de todos los valores que entendemos debe albergar un deporte de equipo. Compañerismo, humildad, esfuerzo, ilusión, competitividad o respeto al rival, son solo algunos de los múltiples rasgos identificativos que nuestros jugadores han ido llevando con orgullo por todos los campos de Castilla y León.

Nuestro escudo simboliza todos esos valores. Y no hay excepciones. Desde el presidente de la directiva hasta el último prebenjamín recién llegado, sabe lo que significa “ser del Brivi”. Todos aquellos que quieran formar parte de esta acogedora familia que es el C.F. Briviesca, van a ser protagonistas de fomentar y participar en esa actividad que, según dice Valdano, es “la más importante entre las cosas que no son importantes”.

Desde nuestro punto de vista futbolero, entendemos, que no hay nada más emocionante que ser de un equipo. ¿Qué puede haber más increíble que el sentirte partícipe de las victorias, y asumir como propias las derrotas? ¿Qué hay más emocionante que esperar que llegue el fin de semana para acudir a ver al equipo de tu pueblo?

Y claro que también es bonito ser del Atleti, del Madrid, del Betis o incluso del Barça pero… ¿Y ser del Briviesca? Presumir con orgullo de cómo gambetea tu hermano, cómo controla la bola tu primo, o ver meter un penalty a lo Panenka a tu amigo de clase… Eso sí que no tiene precio. Y así lo corroboran los niños de nuestro querido pueblo en sus conversaciones mientras juegan su particular “mundialito”.

– ¿Qué equipo eliges?

– Pues cual voy a elegir, el Briviesca. Y si está cogido ya pues la Real Sociedad, y si también está pillado, pues el Sevilla aunque sea.

Muchos de los lugareños saben que cada quince días hay una cita en el Diego Dávila Álvarez y ahí, ahí ya se sabe. El esfuerzo no se negocia. Nuestro pequeño “Old Trafford”, donde los sueños se hacen realidad, se llena de paisanas y paisanos del pueblo. Los mismos que nos hemos encontrado por las calles al hacer la compra mañanera. Ahí donde probablemente hayamos asistido a conversaciones tales como:

  • ¿Irás esta tarde al partido no? ¿Cómo? ¿Que no vas a ir? Pero si juega el sobrino de Fulanito, el primo de Menganito o el hermano de Zutanita. ¿Qué prefieres una siesta? ¡¡Pero si la gran mayoría de jugadores son del pueblo, y los que no lo son, ya han hecho de Briviesca su segunda casa!! ¡¡Anímate anda!! Que no te lo cuenten…

Hasta aquellos más perezosos, se les acaba convenciendo. En realidad, si van un par de veces, ya no tienen vuelta atrás. Se acaban enganchando irremediablemente. Al fin y al cabo, no tienen la culpa. Es lógico sentir apego por un equipo tan pequeño, pero a la vez tan grande. No podría ser de otra manera si tras acabar el partido no pasa ni media hora y ya ves a los jugadores tomándose una cerveza en el mismo sitio donde tú te tomas el café. Igual incluso algún día toca increparles… ¡Ay si hubieras corrido lo mismo que para venir a tomarte la cerveza! Pero se lo perdonas, porque es probable que a ese mismo jugador le hayas visto dando patadas en el Abascal horas y horas.

Lo más grande que tiene el fútbol, es que te da la posibilidad de volver a ser un niño cada fin de semana. Y para ello, hay que ser de un equipo. La pasión que ello conlleva. Y, como decimos. No existe nada mejor que ser del equipo de tu pueblo. A nosotros al menos no se nos ocurre.

En el Club Futbol Briviesca, y valga la redundancia, hay equipos de categoría, en todas las categorías. Desde prebenjamines hasta aficionados. Y todos los jugadores, entrenadores, directivos y aficionados representan la marca Briviesca: “UN PUEBLO, UNA ILUSIÓN”. Fue emocionante ascender a tercera hace dos años, o también ha sido increíble ganar el campeonato de juveniles en esta tan atípica última temporada… Pero igual de sensacional es ver cómo cada fin de semana se llena el campo de la Vega de madres y padres emocionados con las alegrías de sus pequeños.

Sin embargo, en este equipo no se vive del pasado. Y eso que se cumplen 50 años de amor a estos colores y eso da para mucho. Se vive del presente y del futuro. Y esta temporada que se avecina va a ser muy ilusionante para todas las categorías. Tenemos ganas de fútbol. Queremos que la pelota empiece a rodar. Eso sí, el binomio equipo y afición tienen que seguir siendo indivisibles. Solo así, seremos indestructibles. Necesitamos de tu compañía. Necesitamos que también se impregne en ti la ilusión que conlleva ser del Briviesca.

Consigamos entre todos que ese amigo foráneo del que hablábamos al principio, una vez que acuda al campo, no le quede más remedio que admitir al oír el pitido final; Si, yo también SOY DEL BRIVIESCA.